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Crédito a la vivienda en positivo, pero se prevé desaceleración: BBVA

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El rezago de la inversión en el país está detrás de la debilidad de la demanda de crédito por parte de las empresas, aunque el incremento de las tasas de interés es un factor que puede dificultar aún más la recuperación de esta cartera en los próximos trimestres, publica BBVA México en su informe “Situación Banca”, elaborado por el Servicio de Estudios Económicos del banco.

En el informe, correspondiente al primer semestre de 2022, destaca que el financiamiento a la vivienda mantuvo un crecimiento positivo entre enero y marzo pasado (3.2% en su comparación anual), “aunque muestra una desaceleración”. La cartera de mayor fortaleza a lo largo de la pandemia puede comenzar a sentir el efecto rezagado de las pérdidas de empleo en 2020 y 2021.

Y es que después de dos años del inicio de la pandemia, afirman los analistas de BBVA, es posible afirmar que la solidez en las condiciones de solvencia y liquidez de la banca mexicana le permitieron no sólo afrontar las dificultades de la crisis económica sin exacerbarla, sino además contribuir a mantener la estabilidad del sistema financiero y a que el país retomara la senda del crecimiento económico.

En esta edición de Situación Regional Sectorial México, la institución financiera agrega que observan “una recuperación incompleta de la economía mexicana que sigue resintiendo los efectos de la pandemia”.

Sus analistas previeron, desde inicios de 2020, que la manufactura es el motor de la recuperación, e incluso impulsa a otros sectores, lo que se comprueba hasta ahora; aunque no se ha observado todo el dinamismo esperado debido a los cuellos de botella observados en las cadenas de distribución globales.

“La evolución del sector secundario nacional fue destacada durante 2021, impulsado principalmente por la manufactura y en menor medida por la construcción. Esto se debió al buen desempeño en términos de crecimiento de casi todas de las entidades (solo seis cayeron), pero principalmente al de grandes estados industriales tales como Nuevo Léon, Tabasco, Estado de México, Baja California y Coahuila, las cuales en su conjunto explican al menos la mitad del crecimiento del sector secundario nacional que fue de alrededor del 6.5%.”

En la construcción, Tabasco muestra el mayor ritmo de crecimiento, impulsado por el proyecto federal de la refinería de Dos Bocas, seguido por Nayarit y Zacatecas, donde el crecimiento supera el 25%.

El sector eléctrico, por otra parte, cierra 2021 con una ligera contracción de -0.5% a escala nacional, explicado principalmente por afectaciones ocurridas en las regiones con mayor participación de la industria como lo son Baja California Sur y Colima.

En esta última entidad, la reducción de generación de la termoeléctrica de Manzanillo (produciendo principalmente por ciclo combinado ante mayores precios del insumo gas natural) es el factor subyacente de la caída en el sector. A escala regional se observaron fuertes contracciones en Guerrero, Colima y Michoacán, las cuales cayeron a tasas de doble dígito (13.4% – 15.7%).

El estudio añade que solo seis regiones del país han logrado recuperar sus niveles pre-pandemia, lo que implica que el sector secundario en tres cuartas partes del país está aún en fase de recuperación incompleta.

De lado de la manufactura, en términos de crecimiento porcentual la más destacada es Baja California, la cual creció a una tasa de 15%, seguido de Chihuahua y Nuevo León que crecieron a tasas de 13.7 y 13.3%, respectivamente.

En el caso de Baja California el principal motor de crecimiento en 2021 fue el sector de Equipo de Transporte, seguido por el sector de Fabricación de productos metálicos. La manufactura en Chihuahua crece gracias a la evolución favorable de su industria de curtido y acabado de cuero, así como de la fabricación de muebles. En esta misma entidad la industria de metálica básica cumple dos años consecutivos de caídas importantes, lo que ha representado un freno a su crecimiento.

Nuevo León crece en gran medida gracias a la evolución favorable de sus industrias de metálica básica y fabricación de productos metálicos, seguido de la fabricación de equipo de transporte.

El componente débil de la cartera de crédito al sector privado no financiero (SPNF) continúa siendo el dirigido a empresas. “Durante el primer trimestre del año, el saldo del crédito vigente a las empresas se redujo a una tasa de 4.1% anual promedio en términos reales (descontando la inflación y el efecto del tipo de cambio). Esto constituye una mejoría con respecto a la caída de 7.2% real anual del cuarto trimestre del 2021; sin embargo, esta cartera no logra afianzar la recuperación tras 18 meses consecutivos de tasas de crecimiento reales negativas.”

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