Nearshoring en Industrial Real Estate, poderosa apuesta ante COVID-19: NKF

Para los negocios como en la vida, el término resiliencia, en esta época de nueva normalidad, resultan trascendentes. La resiliencia es la capacidad de adaptación que tiene un ser para enfrentarse a situaciones o entornos adversos. Y si hay alguna situación con entorno adverso, es precisamente la que estamos viviendo.

“Ser resiliente es que podemos adaptarnos y superar este entorno que enfrentamos y salir bien librados en la crisis. Hay temas que hacen que el portafolio (inmobiliario) pueda tener una capacidad de reacción que normalmente no tienen, en muchos casos; según nuestra experiencia, las empresas no están preparadas para reaccionar”, destacó Samuel Campos, Director Ejecutivo de Servicios Corporativos Globales LATAM de Newmark Knight Frank (NKF).

Tormenta perfecta

Durante la presentación de la conferencia “Portafolio inmobiliario resiliente” en el marco de “The Office Tenant Week 2020”, destacaron que la actual situación mundial, es semejante a una tormenta perfecta:

“El entorno a que nos enfrentamos es una tormenta perfecta. Una situación como esta no se veía desde hace 100 años; adicional a esto, vemos es que el entorno se enrareció con guerras comerciales, la pandemia y un reordenamiento comercial en el mundo, como el caso de Inglaterra saliéndose de la Unión Europea, renegociaciones y nuevos tratados. Estas circunstancias nos llevan a una normalidad que ya no es. Esto cambió de un día para otro”.

Caída en proveeduría

En la conferencia, donde también participó Sergio Pérez, también Director Ejecutivo de Servicios Corporativos Globales LATAM de Newmark Knight Frank (NKF) se destacó que cuando China detuvo su operación industrial, el hecho marcó un hito en la historia de la humanidad, en el que cambiaron ciudades, países y sociedad para adaptarnos, sin embargo, dijo “hay luz al final del túnel”.  

Bajo la premisa cambiante en el Industrial Real Estate, argumentaron que“la nueva regla del juego es: tienes que estar listo para reaccionar de inmediato” y prueba de ello es el enorme reto que se avecina en Norteamérica para hacerse de la proveeduría mundial.

“Asia representa 52% de la proveeduría mundial. Y dentro de éste, China es el proveedor más grande del mundo. ¿Pero qué sucede cuando se para? Todas las cadenas productivas del mundo se ven interrumpidas. No hay país o empresa que no haya sido afectada porque China detuvo operaciones. Es impresionante la dependencia del comercio mundial tiene con China”, aseveró Campos.

Potencial descomunal

“Hay más de 1,200 empresas con presencia en China que exportan o producen o surten al continente americano que podrían aprovechar los temas de las producción más cercana. Estamos hablando del sector automotriz, maquinaria y químico farmacéutico; imagínate si abrimos el abanico a más empresas, la cantidad de empresas que pueden venir al continente y producir desde aquí. Hay un potencial de inversión extranjera en la región”, destacó.

Agregó que tres pilares del Real Estate en la región se verían detonados con ello: “Tenemos que las empresas chinas tanto las que producen en China, van a estar buscando donde instalarse en el continente, y esto nos impacta en temas de oficinas, naves industriales y retail; es una gran derrama que vamos a ver como resultado de estas nuevas tendencias y de estos flujos de inversión que va a necesitar el nearshoring”.

Como se recordará, nearshoring se deriva de offshoring, el mecanismo en el que una empresa transfiere sus procesos de negocio o de tecnología a terceros ubicados en destinos lejanos para bajar costos. Nearshoring es la prestación de servicios desde países cercanos al país contratante, generalmente compartiendo fronteras.

Demanda de logística

El especialista en Real Estate destacó el potencial: “En la parte logística, si las empresas de Norteamérica trajeran un 5% de su inventario al continente, tendríamos que construir 1oo millones de metros cuadrados de espacios industriales para almacenar ese 5% de inventario. Esto es una gran oportunidad de negocios. Las personas que tienen estos portafolios pueden aprovecharlo y sacar ventaja”.

Destacaron que en la región tenemos una región desde Tierra del Fuego hasta Tijuana donde podemos darle cabida a todos los procesos sofisticados y en mano de obra. Parte de la resiliencia es eso: entender qué pasa y adaptarte al cambio y tomar ventaja de esa situación, agregó Pérez.

En el marco de la crisis por el  COVID-19, las industrias que resultaron impactadas de manera positiva, fueron el e-commerce. “Todos nos volvimos usuarios. Un dato interesante es que en Estados Unidos, el nivel de penetración que tenía el comercio electrónico era del 15%; pero en el transcurso de la pandemia el nivel subió al 25%, dar un brinco de 10 puntos en dos meses es significativo”.

Menos codependencia, vital

En el transcurso de la exposición, los especialistas mostraron que entre las industrias que se vieron favorecidas por la pandemia están la industria de la salud, biotecnología, equipo médico, farmacéutico, fabricación de productos higiénicos, plataformas de transmisión de audio y video, servicios contables y legales, telecomunicaciones, videojuegos, seguridad cibernética, educación en línea, y entrega a domicilio.

En contraparte, las industrias afectadas en sus actividades fueron precisamente, las que proveeduría de suministros chinos, maquinaria, automotriz, plásticos, productos de papel, editoriales, textiles, muebles, actividades financieras, hoteles, viajes, restaurantes, comercios minorista y mayorista y finalmente, bienes raíces residenciales.

Finalizaron señalando que según un análisis de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), si China redujera solamente 2% su flujo de productos de proveeduría hacia el mundo, los estragos comerciales serían fuertes:

“Al sector automotriz lo afectaría en 7 mil millones de dólares; en equipos de comunicación, 5 mil 300 millones de dólares; en maquinaria eléctrica, 4 mil 800 millones de dólares. Si esto lo subimos a 10 o 12% que aparentemente sería el golpe, el daño sería terrible”, de ahí, la importancia de hacer resiliente al sector.