Autos, pistas y algo más…

Listos para iniciar la ruta de esta semana, ahora sí, con tanque lleno y sobre una pista que, por los datos que dio el INEGI, parece ser la más tersa de las que hemos recorrido juntos en los últimos dos años, y con un panorama que promete escenarios un poco más optimistas.

Así luce ya el escenario, con un una pintadita Color Esperanza a la economía nacional que se advierte tras el evidente crecimiento anual que tuvieron en febrero las exportaciones, y entre ellas, las del sector automotriz tuvieron un papel protagónico.

Parece que por fin pudimos subirnos a un 4×4 para escalar la escabrosa pendiente, a menos claro, que en cualquier momento a alguien se le ocurra una de esas grandiosas ideas que suelen obstaculizar rumbo de la industria o que sorpresivamente la iniciativa de la reforma eléctrica reciba luz verde.

Y es que, después de más de dos años de estar pasando aceite, los envíos mexicanos al extranjero, en febrero dieron señales de franca recuperación con un crecimiento de 27.8%, el más alto de los últimos seis meses y de acuerdo con el INEGI, ese salto se logró en gran parte a la recuperación de las ventas automotrices que por fin crecieron 31.8% comparadas con el segundo mes de 2021 a 14,251.9 millones de dólares.

La piedrita en el circuito

Y ya que tocamos la iniciativa de reforma eléctrica, todo parece indicar que ésta no alcanzará a cruzar la meta, simplemente por falta de argumentos convincentes.

Varias empresas, nacionales y extranjeras, están a la expectativa por la incertidumbre que les genera esa reforma, y en el sector automotriz públicamente al menos GM, ya advirtió que no descarta la posibilidad de recortar sus planes de inversión en caso de que se apruebe la iniciativa.

Es difícil aceptar que aunque esta industria se encuentre en plena etapa de cambio hacia la electrificación, que revolucionará la movilidad en todo el mundo, que ya invierte millonarias cantidades en diversos países para construir centros de investigación y desarrollo, plantas de producción de vehículos y de baterías, y por supuesto generar empleos, aquí sigamos aferrados a una reforma cuyo principal objetivo es rescatar empresas paraestatales y que además, cobije a quienes las encabezan.

Incluso, la calificadora internacional Moody’s presentó un reporte donde advierte que en México será más contaminante en caso de que se apruebe la reforma eléctrica, porque nuestro país bajó sus metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero al mantener sin cambio los objetivos de 2016, sobre un escenario base de emisiones más elevadas.