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Balanza Comercial de abril muestra efecto COVID-19: HR Ratings

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Los analistas de la calificadora mexicana HR Ratings, señalan que, en abril, el balance comercial de mercancías fue fuertemente deficitario como consecuencia de las medidas de distanciamiento y paro de labores, derivado de la pandemia de COVID-19, tanto en México como en los Estados Unidos; debido a ello, se tiene un deterioro comercial, al pasar de un superávit promedio, en el trimestre de diciembre a febrero de 1,456 millones de dólares (md), a un déficit de 4,293 md en abril.

En el Reporte Económico “Balance comercial a abril Un fuerte déficit posterior al impacto del COVID-19 México”, https://www.hrratings.com/pdf/Lo%20que%20paso%20en%20la%20semana%20del%2025%20al%2029%20de%20mayo.pdf ,presentan y analizan los resultados en abril, indicando que lo especialmente dramático fue el desplome en el superávit productivo de 80%, pasando de 10,050 md a 1,967 md.

De acuerdo con los especialistas, el factor principal que explica esta caída fue la reducción de 79% de las exportaciones automotrices mientras que las no automotrices disminuyeron en 21%. Otro elemento que destacan es la disminución comparativamente moderada de 24% en las importaciones de bienes intermedios no petroleros.

Agregan que las importaciones de bienes intermedios no petroleros son básicamente los insumos necesarios para la elaboración de las exportaciones manufactureras y para otras actividades en el sector industrial. El fuerte aumento en la relación entre la importación de estos insumos con respecto a las exportaciones manufactureras de 76.8% a 100.6% no tiene precedentes, especialmente en un mes en donde el sector industrial probablemente sufrió una importante caída. Esto refleja el alto nivel del valor agregado de la industria automotriz en México y el efecto negativo de la caída en la demanda estadounidense en el balance comercial.

Asimismo, detallan que el impacto fue muy severo en las exportaciones manufactureras, especialmente en el sector automotriz, lo cual muestra su correspondiente alto nivel de valor agregado nacional.

En contraste, y a pesar de la caída en los precios del petróleo, el déficit petrolero mostró una disminución, lo que indica que, México ya es un importador neto, en términos de valor, de hidrocarburos y, por ende, una caída en sus precios no representa el impacto negativo en el balance comercial que hubiera mostrado hace menos de diez años.

Por otro lado, la debilidad en el mercado nacional se reflejó en la caída en las importaciones de bienes de consumo y de capital, mitigando parcialmente el efecto negativo del desplome en las exportaciones manufactureras.

Por el lado positivo es importante considerar el fuerte incremento en el ahorro personal de los estadounidenses, lo cual podría eventualmente resultar en un repunte en la demanda proveniente de su economía.

También manifiestan que se ha comentado mucho de la falta del estímulo fiscal por parte del Gobierno Federal de México, a pesar del deteriorado entorno de su economía. Sin embargo, es importante notar que el fuerte estímulo fiscal por parte de Washington podría ayudar a compensar la notable política de austeridad de México.

Gracias a esta política fiscal, a pesar del alto nivel de desempleo, el ingreso personal de los estadounidenses aumentó fuertemente en abril vs. los meses anteriores. El problema, es que, debido a la política de aislamiento y la incertidumbre en el futuro, el resultado fue un fuerte incremento en el ahorro personal, y no en el gasto.

Por lo tanto, existe la posibilidad de que, en los próximos meses, terminando el periodo de aislamiento, el consumo vuelva a registrar un fuerte incremento, beneficiando las importaciones de origen mexicanas. Esto posiblemente podría ocurrir en el tercer trimestre.

Además, es relevante notar que, en el reciente reporte sobre el PIB estadounidense al primer trimestre, hubo una fuerte disminución en los inventarios, indicando la posibilidad de un repunte aún más fuerte cuando se recupere la demanda.

En cuanto a números; en abril el ingreso personal disponible de los estadounidenses aumentó 12.9% en dólares vs marzo. Antes de transferencias y pagos de impuestos, el ingreso había caído en un 6.7%. La gran diferencia se origina por la política fiscal de Washington. Debido a este incremento en el ingreso, y por el hecho de que el consumidor estadounidense no ha mantenido un ritmo de gasto similar previo a la pandemia, su ahorro personal neto alcanzó los 6.15 billones de dólares en abril vs. un promedio mensual de 1.36 billones de dólares en enero y febrero.

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