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Economía

Fitch ratifica calificación deuda soberana México

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La calificadora Fitch Ratings informó que ratificó la Calificación de Incumplimiento de Emisor (IDR) de Moneda Local y Moneda Extranjera a Largo Plazo de México en “BBB-“con una Perspectiva de Calificación Estable. http://www.fitchratings.com/research/sovereigns/fitch-affirms-mexico-at-bbb-outlook-stable-18-11-2022

De acuerdo con la calificadora la acción la toma en base a la evaluación de sus fundamentos crediticios, su compromiso con la estabilidad de la deuda, la reforma para reconstruir los amortiguadores fiscales, su apoyo continuo a Pemex tiene colchones externos, considerando también las mayores presiones de gasto, unas oportunidades económicas casi debilitantes, que su crecimiento económico continúa rezagado y tiene presiones continuas de inflación.

Considera que la calificación de México está respaldada por un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y sólidas, y se proyecta que la deuda pública/PIB se mantendrá estable en niveles por debajo de la mediana ‘BBB’. La calificación está limitada por indicadores débiles de gobernanza, desempeño moderado de crecimiento a largo plazo, intervención de micropolíticas que afectan las perspectivas de inversión en opinión de Fitch y los posibles pasivos contingentes de Pemex.

Señala que las perspectivas estables están respaldadas por unas finanzas públicas estables y las autoridades prioritarias atribuyen a esta y a una estabilidad macroeconómica más amplia, a pesar de los desafíos derivados de las perspectivas de crecimiento económico moderado.

Lo anterior respalda su evaluación de la credibilidad de la política macroeconómica como una fortaleza de calificación a pesar de las continuas intervenciones de política microeconómica y los desafíos de gobernanza.

Los principales aspectos considerados son:

Compromiso con la estabilidad de la deuda: El gobierno continúa mostrando su compromiso con una relación deuda / PIB estable, manteniendo déficits fiscales moderados. El crecimiento sostenido de los ingresos fiscales debido a medidas administrativas, como la lucha contra la evasión fiscal, ha ayudado a la posición fiscal de México.

Prevé déficits del gobierno general (incluidos el gobierno federal y la seguridad social, una aproximación utilizada por Fitch para fines de comparación) de 3.1 por ciento del PIB en 2022 y 3.8 por ciento en 2023, en comparación con 3.0 por ciento en 2021. El presupuesto de 2023 proyecta un déficit del sector público no financiero del 3.6 por ciento del PIB, frente al 3.0 por ciento en 2022.

Mayores presiones de gasto: Se presupuesta que el gasto público aumente un 11.6 por ciento en términos reales en 2023 en comparación con el presupuesto de 2022 debido a los mayores costos de intereses y al aumento del gasto de capital debido a los mayores costos de los insumos.

Señala que la administración de AMLO busca completar sus proyectos prioritarios de infraestructura (los trenes Maya e Istmo y la refinería de Dos Bocas) antes de que se celebren las elecciones en julio de 2024. El presupuesto, por lo tanto, proyecta una fuerte caída en el gasto de capital en 2024.

Un gran aumento en las pensiones (hasta 8.4 por ciento en términos reales) y el programa prioritario de transferencia social a las personas mayores (Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, hasta 34.3 por ciento en términos reales), junto con bajos ingresos del gobierno, indican una reducción del espacio fiscal a mediano plazo.

Reforma para reconstruir los amortiguadores fiscales: El gobierno reformó recientemente las reglas que rodean su Fondo de Estabilización de Ingresos (FEIP) para facilitar su acumulación (pendiente de aprobación del Senado), incluso mediante el uso de otros activos financieros y ahorros presupuestarios derivados de menores costos de endeudamiento.

Apoyo continuo de Pemex: Fitch espera que el gobierno mantenga su compromiso de apoyar financieramente a Pemex, como parte de su prioridad de fortalecer el papel de las empresas estatales en el sector energético. Anticipamos que el gobierno continuará brindando apoyo ad hoc, pero no llega a un compromiso firme de apoyo financiero sostenido.

El crecimiento económico continúa rezagado: Fitch pronostica que el crecimiento del PIB real alcanzará el 2.5 por ciento en 2022 y se desacelerará al 1.4 por ciento en 2023. El crecimiento sigue viéndose obstaculizado por la atonía de la inversión, en parte relacionada con el ruido político y la incertidumbre regulatoria en curso, particularmente en el sector energético.

Colchones externos: En el contexto de una mayor incertidumbre financiera y económica mundial, los riesgos externos parecen estar contenidos por el tipo de cambio de libre flotación de México, el estrecho déficit en cuenta corriente financiado por los flujos de inversión extranjera directa, los niveles adecuados de reservas internacionales y una política monetaria prudente.

Oportunidades económicas casi debilitantes: Cada vez más, la evidencia apunta hacia una mayor demanda de la producción de México (aunque esto aún no se ha traducido en una mayor inversión agregada) como resultado de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y el deseo de los fabricantes de cadenas de suministro más cortas y resistentes.

Presiones inflacionarias continuas: La inflación disminuyó ligeramente a 8.4 por ciento en octubre después de su máximo de 8.7 por ciento en septiembre. Las distorsiones de la demanda relacionadas con la pandemia, las interrupciones de la cadena de suministro y los elevados precios de los productos básicos elevaron la inflación a niveles no vistos en las últimas dos décadas.

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