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Economía

Trabajo no remunerado en mujeres, una crisis global de desigualdad

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El trabajo de cuidados es fundamental tanto para nuestras sociedades como para la economía. Reconocerlo y analizar el papel que este juega en nuestro país es crucial para entender y eliminar la desigualdad a las que se enfrentan quienes lo ejercen.

El concepto de dicho trabajo engloba actividades como el cuidado de los niños y niñas, de las personas mayores y con enfermedades físicas y mentales o con algún tipo de discapacidad. Abarca también a las tareas domésticas diarias como cocinar, lavar, coser, entre otras.

De acuerdo con la organización Oxfam México, este tipo de trabajos en su mayoría es no remunerado. En la actualidad, se estima que existen 67 millones de trabajadores del hogar en el mundo de los cuales 80% son mujeres, por lo que la desigualdad económica también está construida sobre la desigualdad de género.

Son 12,500 millones de horas diarias de trabajo realizado por mujeres las que contribuyen a que la economía global siga a flote. Si nadie invirtiese tiempo, esfuerzo y recursos en este tipo de actividades, comunidades, centros de trabajo y economías enteras se colapsarían por completo.

Cuando el trabajo de cuidados es remunerado, generalmente es mal pagado y en condiciones y con beneficios por debajo de la ley o incluso nulos. Según datos de Oxfam, el 98% de las trabajadoras no cuenta con un contrato, sólo el 5% recibe vacaciones y el 15% aguinaldo.

Si bien existen programas de ayuda dictaminamos por el gobierno —como las guarderías o incentivos económicos para cooperar en el trabajo de cuidados— estos en su mayoría sólo acrecientan la brecha en cuanto a la desigualdad de género se refiere.

«Las guarderías, por ejemplo. Forzosamente debe ser la madre la responsable de la inscripción del niño; si se es padre soltero, estos programas cierran sus puertas, enfatizando, aunque de manera implícita, que la madre debe hacerse cargo de los niños, que el trabajo de cuidados es exclusivo de un género, señala Rocío Stevens, directora de campañas y comunicación de la sede mexicana de Oxfam.

Si estos programas no se reestructuran pensando en una equidad de género y en una retribución monetaria a este tipo de trabajos, el problema puede agravarse aún más en el futuro, en donde el envejecimiento demográfico, la debilidad fiscal y los recortes en el gasto público y el cambio climático amenazan con acentuar la crisis que afecta al trabajo de cuidados.

Vías de acción, Oxfam propone

En este sentido, Oxfam, propone invertir en un Sistema Nacional de Cuidados, fondeado con impuestos progresivos a la riqueza, que permita reducir la desproporcionada responsabilidad de trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y niñas.

Por otra parte, también se propone el aumentar los impuestos progresivos y crear nuevos impuestos a la riqueza extrema para financiar servicios que reduzcan la desigualdad y pobreza, así como reconocer en la Constitución el derecho al cuidado como un derecho universal garantizado por el Estado.

Por último, Oxfam propone hacer los cambios legislativos e implementar las políticas pertinentes para el cumplimiento del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

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