Estados Unidos se encuentra en recesión técnica

Estados Unidos entró en recesión técnica al retroceder 0.9 por ciento su producto interno bruto (PIB) en el segundo trimestre anualizado; de acuerdo con la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER), la recesión es una disminución significativa en la actividad económica, que se extiende por toda la economía de manera profunda y de gran duración.

La economía de ese país suma dos trimestres consecutivos con caídas, ya que en el primero retrocedió 1.6 por ciento, por lo que los analistas la colocan en situación de recesión técnica.

Los analistas de Grupo Financiero Banco Base, en su estudio “Perspectiva económica de Estados Unidos”, detallan que, de acuerdo con la NBER, la recesión es una disminución significativa en la actividad económica y que tiene tres criterios: profundidad, difusión y duración, con lo que la recesión implica, caídas en el ingreso de las personas, el empleo, la producción industrial, además de las ventas minoristas y mayoristas.

De esta forma dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, no son la definición oficial de recesión, pero incrementan su probabilidad de ocurrencia. De hecho, a la fecha, la recesión más extensa ha sido de diciembre 2007 a junio 2009, por el contrario, la recesión más breve fue la de 2020, con solo dos meses, pero con una contracción del PIB de 8.9 por ciento, siendo la mayor desde que inicia la serie en 1947.

Entre los indicadores que menciona el NBER en su definición de recesión, todos muestran caídas moderadas, a excepción de la creación del empleo, que se ha desacelerado, pero históricamente ha habido recesiones que inician con creación de empleo.

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De esta forma, los especialistas consideran que es probable que Estados Unidos no esté aún en recesión, pero se aproxima a ésta, pues la alta inflación y las alzas en tasa de interés seguirán mermando el poder adquisitivo de la población, mientras que las empresas enfrentan alzas en los costos laborales, logísticos y financieros, que pueden desincentivar la creación de empleo.

Lo anterior en un ambiente marcado por la incertidumbre por la guerra y la pandemia y es muy probable, que la administración de Joe Biden siga diciendo que Estados Unidos no caerá en recesión, pues en noviembre se llevan a cabo elecciones intermedias.

De hecho, existe el riesgo que quieran dar estímulos fiscales a la población, con tal de subir el ánimo. Esto iría en contra del esfuerzo de la Reserva Federal para combatir la alta inflación.

Banco Base opina que si la economía de EU sigue con la misma tendencia, la recesión iniciaría en septiembre u octubre y podría alargarse hasta abril o mayo del 2023, debido a la política monetaria restrictiva y a la imposibilidad de aplicar política fiscal contra cíclica.