La inflación toca techo de 8% y pega en alimentos

La inflación al consumidor durante junio 2022 rosa el techo del 8 por ciento, al situarse en 7.99 por ciento a tasa anual, la más cercana al nivel del 2000 cuando se reportó casi en 9 por ciento, según reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que subraya la presión en alimentos frescos y procesados como el principal detonante.

Según los analistas de Grupo Financiero Ve por Más la inflación general rebotó y exhibió su mayor variación anual desde inicios de 2001; el subyacente, se presionó por casi veinteava vez consecutiva. Y de nuevo, destacó la presión en alimentos frescos y procesados, destacan los especialistas.

Para el productor observan un choque de oferta que puede empezar a ceder. La inflación al productor fue la mayor desde 2017 cuando se ubicó en 10.52 por ciento anual. Aunque los costos de algunas materias primas, especialmente metales, de fertilizantes y de contenedores empiezan a ceder. El costo de producir bienes y servicios para el consumo final pasó de 7.65 a 7.78 por ciento.

El grupo financiero remarca la “alta base comparativa, dilución de algunas obstrucciones en la oferta y desaceleración en la demanda contribuirán a que la inflación se modere en el 4T”. Analisan que los riesgos para el panorama siguen sesgados al alza, por lo que pronostican, para cierre de año, la inflación se ubique en 7.40 por ciento. “Con ello, no descartamos que Banxico suba la tasa objetivo en 75 puntos base. en su próxima reunión, y la lleve hasta 9.50 por ciento al final de 2022”.

La variación mensual del índice general y subyacente fue la mayor desde 1998 y 1999, respectivamente. Las presiones más agudas surgieron de mercancías alimentarias y productos agropecuarios (papa, pollo, naranja, refrescos), seguidos por algunos servicios distintos a educación y vivienda (fondas y restaurantes), y el aumento en las tarifas eléctricas.

Los especialistas apuntan que después de moderarse el mes pasado (7.65%), la inflación interanual general rebotó a niveles no vistos desde inicios de 2001. El subyacente hiló 19 meses al alza y quedó en máximos desde finales del 2000. Los alimentos frescos y procesados exhibieron una aceleración más marcada, en línea con los altos precios internacionales de materias primas agropecuarias, que detonó la guerra en Ucrania.

Los especialistas de Ve por Más señalan que un agresivo ajuste monetario por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos puede derivar en episodios de depreciación cambiaria. “No descartamos que el Banxico anuncie un nuevo incremento de 75 puntos base. en la tasa objetivo durante la reunión de agosto, y que el referencial se ubique en 9.50 por ciento al final de 2022, con el fin de mantener el anclaje de las expectativas de precios y contribuir a que la inflación efectivamente se modere en un futuro”.