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Los precios de los coches se escapan

Los niveles que ha alcanzado la inflación en México (los más altos de los últimos 21 años) y la inauguración con bombos y platillos, de Dos Bocas, son dos de los temas que nuevamente entran a pista y no precisamente para impulsar la carrera de la industria automotriz, por el contrario, para seguir obstruyendo su recuperación.
¿Cuánto han aumentado?
Pero vamos por partes. La inflación avanza como si fuera una incontenible bola de nieve que en la primera quincena de junio alcanzó una velocidad máxima de 7.88% (la más alta desde 2001). Ni en los últimos cinco años de la administración de Vicente Fox, ni con Felipe Calderón ni con Peña Nieto alcanzó esos alarmantes niveles que han impactado en los precios de los vehículos nuevos en un promedio de 1.45% más que la inflación general en lo que va del año.
En caso de seguir esta tendencia y tomando en cuenta que el Banco de México acaba de ajustar sus estimaciones inflacionarias para el cierre de 2022 en 7.50%, podemos hacer cuentas y vemos que un coche nuevo que en diciembre de 2021 costaba 250 mil pesos, al cierre de este año andará en alrededor de 272,375 pesos; una camioneta de 450 mil pesos en diciembre se cotizará más o menos en 490,275 peos; y una más grande de unos 600 mil pesos, terminará el año aproximadamente en 653,700 pesos.
Muy crudo el panorama y se ve difícil que se pueda meter reversa en los próximos dos años. Ojalá me equivoque.
Qué ya hay semiconductores
Aunque el problema inflacionario crece prácticamente en todo el mundo, se habla de que paradójicamente en Europa este fenómeno comienza a beneficiar a la industria automotriz ¿será? Si es así, pues que nos pasen la receta.
Dicen analistas que ante el temor de una profunda crisis, los consumidores en el viejo continente comienzan a reducir gastos y ahorrar lo cual le ha pegado a las ventas del sector informático, como teléfonos celulares y computadoras, consecuentemente liberando semiconductores para la industria automotriz.
Los expertos advierten que esto no significa que la producción o las ventas de vehículos nuevos vayan a dispararse como tapón de sidra, por el contrario, todavía serán menores a las reportadas en prepandemia (2019), pero al menos las compañías podrán respirar un poco aumentando eventualmente su producción antes de que llegue el escenario menos deseado.
Fiesta nacional por Dos Bocas
Con bombos y platillos la inauguración de la refinería de Dos Bocas. Excelente noticia, sobre todo en esta nueva era en las industrias de todo el mundo se preparan para terminar con los combustibles fósiles y dar paso a las energías limpias. Vamos bien.

Dada la escasez global de suministros para la producción automotriz, se estima que será hasta finales de 2023 cuando haya una mejor condición que permita ampliar la oferta vehículos en el mercado nacional; sin embargo, no se estaría esperando que las ventas logren superar los niveles prepandemia, coincidieron representantes de la industria automotriz.
“En la mejor condición de oferta estaremos todavía muy distantes de lo que fue el año 2019 y la previsión que tenemos por lo pronto para 2023, es que seguiremos teniendo deficiencias en el suministro de vehículos, sobre todo en los primeros tres cuartos del año y un crecimiento relativamente pequeño”, señaló Guillermo Rosales Zárate, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Las expectativas del mercado automotriz en torno a la venta de vehículos ligeros para 2022, apuntan hasta un millón 50 mil unidades vendidas para el cierre del año, cifra inferior al millón 317 mil autos vendidos en 2019 –antes de la pandemia–, y todavía más lejana al millón 607 mil automotores comercializados en 2016.
POR SI TE LO PERDISTE: Persiste desfase entre oferta y demanda en la industria automotriz de vehículos pesados
Y aunque las proyecciones de venta para el cierre de 2022 serían superiores al millón 014 vehículos vendidos en 2021, los representantes de la industria automotriz mantienen las reservas en sus estimaciones, dada la incertidumbre por la que todavía atraviesa el sector desde el lado de la oferta.
“En lo que estamos esperando para este año en términos de la venta de vehículos ligeros está condicionado por la disponibilidad de oferta”, consideró Rosales Zárate.
No obstante, Gerardo San Román, director para Latinoamérica de JATO, destacó la entrada de nuevas marcas chinas al mercado automotriz, lo que podría subsanar la baja oferta en las marcas tradicionales, ya que las empresas asiáticas no estarían presentando mayores problemas en la cuestión de los suministros de semiconductores.
Eric Ramírez, director regional Latam de Urban Science refirió que estadísticas a nivel mundial calculan las pérdidas estimadas en la venta de vehículos a causa de la falta de suministros en la industria automotriz, y en el último mes la cifra aumentó.
“El número que teníamos el mes pasado a nivel global era de dos millones de vehículos, y ahora este mes subió a tres millones de vehículos de ventas pérdidas a nivel mundial debido a la escasez de componentes”, apuntó.
Aunado a las irrupciones presentadas en la fabricación de vehículos, también apuntaron que se ha registrado una volatilidad en la manufactura automotriz, en la que los precios de los vehículos –igual que otros productos– mantienen una tendencia de incrementos, pero en los últimos periodos se ha logrado moderar.

La economía mexicana podría terminar el 2022 con una inflación de 7.50 por ciento, de acuerdo con especialistas financieros consultados por el Banco de México (Banxico).
Si se cumple este pronóstico, sería la inflación más elevada para un cierre de año desde el 2000, cuando se alcanzó un nivel de 8.95 por ciento, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A través de la “Encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado”, a junio de 2022, Banxico dio a conocer que la nueva estimación para la inflación en México es superior al 6.81 por ciento esperado hace un mes.

La inflación en México no da su brazo a torcer. Pese a las medidas del Gobierno y del Banco de México para tratar de contener la subida, el índice de precios se situó en 7,88% en la primera mitad de junio, su mayor nivel desde enero de 2001 y un 0,49% más que en la quincena anterior, ha revelado este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Aunque combustibles como el gas LP registran reducciones, el encarecimiento de alimentos como la papa o la naranja sigue empujando al alza los precios.

La inflación tumba la demanda de chips y la industria automotriz será la gran beneficiada

Los precios suben y los consumidores comienzan a reducir su ritmo en previsión de lo que puede ser una profunda crisis económica. Algo que, paradójicamente, puede ayudar a los fabricantes de automóviles a superar su gran crisis de componentes.
La pandemia, la incertidumbre económica, la invasión rusa a Ucrania y la crisis energética han colocado al mundo en una situación muy delicada. Ya son pocos quienes niegan la más que probable llegada de una crisis de enormes proporciones a consecuencia de una inflación generalizada que está restringiendo el consumo de manera notable.
Los consumidores lo saben: es momento de reducir gasto o incluso ahorrar en previsión de lo que puede venir, lo que ya se está notando en sectores tecnológicos como el de los teléfonos móviles o el informático.
«Creo que el alcance del cambio definitivamente ha sido mayor de lo que nadie esperaba»
Estos dos sectores son los principales consumidores de microchips y semiconductores. Además, son los que han disfrutado de preferencia a la hora de recibir sus pedidos, lo que ha colocado a industrias como la automotriz en una situación delicada en los últimos dos años.
No había chips para todos y el sector del automóvil ha sido uno de los más perjudicados, sufriendo escasez de componentes y viéndose obligado a parar fábricas, reducir la producción e irritar a los compradores con esperas de varios meses. Algo que, de rebote, ha producido una revalorización inusual del mercado de segunda mano.
Se invierte la tendencia
Recientemente, General Motors admitió que tenía 100.000 vehículos que no podían ser entregados por falta de suministro de algunos componentes. Y no son los únicos, pues no en vano se trata de un problema generalizado en la industria.
Sin embargo, las cosas están comenzando a cambiar. Ya te contamos a primeros de junio que las factorías españolas empezaban a salir de la crisis de suministro de materiales y ahora dicha tendencia se confirma en todo el mundo.
Una de las razones es que la demanda de chips y semiconductores ha caído en picado a consecuencia de la inflación y la prudencia que eso ha generado en el consumidor, que está renunciando a la compra de teléfonos móviles y equipo informático, entre otros bienes de consumo.

Los fabricantes de automóviles han tenido que reajustar sus planes de producción ante la escasez de chips y semiconductores.
Micron, uno de los principales fabricantes mundiales de chips, ha anunciado un notable recorte en la previsión de ingresos para el trimestre actual tras dos años de fuerte crecimiento y demanda.
«Creemos que la demanda se ha debilitado considerablemente y lo hemos visto incluso en las áreas que se han visto significativamente restringidas», dijo Nikolay Todorov, analista de Longbow Research a Reuters. «Micron esencialmente comenzará o indicará que el ciclo de los semiconductores está cambiando».
Esto ha provocado que Micron revise sus planes de producción a la baja, admitiendo que la situación se ha invertido de un modo mucho más acelerado del esperado en un principio. «Creo que el alcance del cambio definitivamente ha sido mayor de lo que nadie esperaba», dijo a Reuters el director comercial de Micron, Sumit Sadana. «En este momento, estos cambios se están extendiendo a través del ecosistema».
AMD, otro gran fabricante mundial, también ha reconocido públicamente la disminución de demanda. Además, las acciones de MediaTek, TSMC, ASML, STMicroelectronics e Infineon, todos ellos productores de chips, también han caído en bolsa.

La industria automotriz, en alza
Si bien las ventas de automóviles siguen una tendencia negativa por las mismas razones, esta situación comienza a beneficiar a los fabricantes, que ven como el enorme cuello de botella en el que se encuentran atrapados millones de pedidos de vehículos comienza a ensancharse.
«Esperamos un mejor suministro de semiconductores en la segunda mitad del año», dijo el director financiero de Volkswagen AG, Arno Antlitz, el miércoles en la conferencia Reuters Automotive Europe. La demanda de vehículos nuevos puede disminuir, «pero nuestra oferta aumentará».

13,875 = 18.50
O
14,250 = 19.00
O
14,000 = 18.66
O
15,000 = 20.00

Según los datos, la crisis de microchips puede ser una broma comparada con la de baterías
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Y es que la reducción de demanda en los sectores dominantes del mercado de chips y semiconductores, el de los móviles y la informática, permite a la industria automotriz convertirse en cliente preferente y aún muy necesitado de suministro.
«Estamos ganando más que nunca», dijo el presidente ejecutivo Herbert Diess en una reunión de trabajo, y agregó que Volkswagen está aumentando los volúmenes de vehículos eléctricos en sus mercados más grandes en Alemania y China gracias a la reducción de la escasez de semiconductores.
Ahora bien, la crisis inflacionista y energética acabará golpeando fuerte a todos los sectores y el automotriz no va a librarse de eso. Al menos, mientras las corporaciones se preparan para el gran golpe, pueden ir dando salida a una producción hasta ahora profundamente mediatizada por la escasez de componentes electrónicos.

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