Autos, pistas y algo más….

Arrancamos motores para nuestro recorrido de esta semana que será en circuitos domésticos, porque las cúpulas de la industria automotriz ya respondieron al famoso decálogo.

Parece que las políticas ambientalistas que impulsa el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y las fechas establecidas en el T-MEC comienzan a presionar a las autoridades mexicanas y es probable que ahora sí hagan algo por la industria automotriz, porque al menos en lo que va del sexenio (ya casi cuatro años) no hemos visto una sola acción del gobierno que la apoye -a lo mejor también es herencia de los conservadores- por el contrario.

El presidente López Obrador se comprometió, en el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Acción Climática -aunque él mismo nos ha demostrado que prometer no empobrece- a que en 2030 el 50% de los vehículos que se produzcan en México serán cero emisiones contaminantes.

Sin duda sería un paso importante para nuestro país, pero para lograr el decálogo presidencial (afortunadamente esta vez no fue decreto), sería importante que por primera vez las autoridades sean receptivas, que escuchen a los pilotos de esta pista, acepten la propuesta de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y demás organismos para conducir conjuntamente hacia la meta.

Pero la presión no viene sólo de las acciones que se aplican en Estados Unidos, también del compromiso que México debe cumplir con el T-MEC, para que en los próximos cinco años el 80% de flota vehicular en nuestro país sea híbrida, como un paso definitivo hacia la movilidad eléctrica.

Sólo tomando en cuenta a los protagonistas y estableciendo mesas de trabajo con la industria será más fácil lograr los objetivo de seducir a inversionistas, reactivar el mercado doméstico y combatir emisiones contaminantes.

También es importante entender que ser autosuficientes

Pero mientras no se escuchen las propuestas de los expertos, mientras las autoridades se nieguen a trabajar conjuntamente y sigan solas por su cuenta, sin estímulos a la venta de autos eléctricos, permitiendo que México siga siendo el patio trasero de Estados Unidos, legalizando autos de contrabando, priorizando refinerías y provocando inflación en los precios de los vehículos será difícil llegar a la meta.