IoT y robótica en Real Estate: COVID-19 en China aceleró el futuro

Los ojos del mundo están en China. No solo por la crisis mundial en salud por el COVID-19 o coronavirus, sino por las lecciones aprendidas en diversos sectores de la llamada fábrica del mundo.

La tecnología es parte central de ello.  Y más, cuando se  busca que los edificios en el segmento Real Estate sean más seguros. Hoy más que nunca, se necesitan herramientas que limiten el contacto humano, apps para ingresar a edificios, hasta robots que desinfecten hospitales. Las anteriores ya son implementaciones reales.

«La nueva tecnología significa que los edificios modernos requieran menos dependencia de las personas para mantener los servicios durante momentos críticos como el actual. Esto resultó ser un beneficio real a la hora de implementar medidas de prevención del virus así como lo son el distanciamiento social y el monitoreo de movimientos y traslados.  Ante la pandemia de coronavirus, los ojos han estado puestos en China en busca de lecciones aprendidas en aquel país”, comenta Eric Lee, Jefe de Operaciones de Administración de Propiedades y Gestión de Activos de JLL China.

Robots y salud

El CEO afirma que la nueva tecnología significa que los edificios modernos requieran menos dependencia de las personas para mantener los servicios durante momentos críticos como el actual, lo cual resultó ser un beneficio real a la hora de implementar medidas de prevención del virus así como lo son el distanciamiento social y el monitoreo de movimientos y traslados.

Durante años, China ha sido país pionero en adoptar el sector Proptech, que incluye aplicaciones, Internet de las cosas (IoT), sensores y robots para agilizar la administración de propiedades.

Prueba de ello es lo que sucedió en un edificio en Shanghái, donde se utilizaron robots para desinfectar las instalaciones. Los robots podían calcular automáticamente rutas y limpiar cada esquina, aliviando la carga al personal de limpieza y evitando infecciones.

Menos mano de obra

Los robots también se usaron en hospitales en el epicentro del brote mundial en Wuhan. Las máquinas fueron capaces de patrullar de forma autónoma mientras evitaban obstáculos, rociaban desinfectante, usaban cámaras termográficas para medir la temperatura de las personas e incluso podían reconocer si alguien llevaba o no una máscara protectora contra el virus.

En el complejo Shanghai Baoland Plaza, un edificio de oficinas de clase A en la ciudad, al contar con una conectividad IoT, le permitió reducir la mano de obra para inspeccionar instalaciones y equipos. El edificio instaló Command Center, una plataforma ofrecida por JLL, para obtener datos en tiempo real de equipos e instalaciones a través de los sistemas actuales de un edificio y emplear sensores inalámbricos de IoT para monitorear la calidad del aire, temperatura, humedad y consumo de energía.

Construyendo hardware

Las funciones automatizadas para evitar brotes y reducir la presión sobre el personal si se producen pueden integrarse en el hardware de nuevos proyectos y, en algunos casos, también pueden adaptarse a los edificios existentes.

Si bien los estudios muestran que el COVID-19 se propaga a través de las gotas expulsadas de la nariz o la boca, más que por el aire, «la naturaleza de propagación de los virus en general hace que el aire fresco y los sistemas de reciclado de aire sean un punto de partida obvio; al implementar características de diseño como ventanas que se pueden abrir en los muros cortina para aumentar el flujo de aire fresco, así como desinfectar el aire que circula, se puede reducir la propagación de virus en el aire», comenta por su parte Steve Chan, Jefe de Ingeniería y Soluciones de Operaciones de Administración de Propiedades y Gestión de Activos de JLL China.

Futuro más que cercano

La actualización de los planes de emergencia y la capacitación del personal para prepararse para tales escenarios facilitarán respuestas más rápidas en emergencias. Mientras tanto, la adquisición de recursos como máscaras, guantes, desinfectante para manos y desinfectantes con alcohol, además de garantizar la confiabilidad de las cadenas de suministro para dichos artículos, también será una nueva área de enfoque.

«Las lecciones de China mostraron que un enfoque más proactivo en la preparación para posibles brotes futuros será crítico. Las empresas están adoptando un enfoque progresista, en el que no se trata solo de proteger ahora a los ocupantes de los edificios, sino de adoptar medidas para protegerse contra brotes futuros».

Fuente: JLL