Sin buen diagnóstico el censo de damnificados 2017 se triplicó: Sedatu

El Programa Nacional de Reconstrucción inició desde el periodo de la transición del presente Gobierno federal, “desde entonces ubicamos un gran problema: no había un buen diagnóstico de los daños de lo sucedido en 2017 en Oaxaca y CDMX, y se decidió que lo primero fue el tema de los derechos humanos de vivienda, salud y seguridad, que nos colocaba en cómo poner en el centro de atención a las personas”, comentó Edna Elena Vega, subsecretaria de Ordenamiento Territorial y Urbano de la Sedatu.

“Se hablaba de más de 160 mil inmuebles afectados por los sismos, pero al recorrer el territorio nos encontramos con miles de familias que no habían sido censadas y la cifra se triplicó, se fue haciendo en el momento para tener la radiografía clara, recorrimos el territorio para ubicar inmuebles de todo tipo, el resultado a la fecha es que se trabajó una coordinación tan estrecha que nos permitiera tener muy clara la intervención y la definición de requerimientos, se sesionó de materia permanente para obtener resultados”.

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La subsecretaria en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) apuntó que los recursos vinieron del presupuesto de la federación, y otra parte importante “son recursos que eran del Fonden, de fundaciones como Carso, que hay que destacar, y otras instituciones, más aportación de algunos gobiernos estatales, municipales y de las propias comunidades”.

Durante su participación en Diálogos En Concreto, México sísmico ¿Cómo estamos en prevención, reconstrucción y seguros?, la funcionaria federal explicó que la reconstrucción y apoyo a los afectados por los sismos en el país se organizó por sector. Para vivienda se tienen registradas más de 60 mil acciones, donde lo más complejo fue ubicar a las familias damnificadas porque las había en comunidades muy lejanas y no se les había tomado en cuenta en el primer censo.

“Hubo convenios específicos para lograr reconstruir viviendas con valor patrimonial, que consideramos que tuvieron un impacto muy importante… Se privilegió el esquema de la autoconstrucción para que las personas tuvieran el control de la administración, los recursos y el diseño participativo, las familias y asistentes técnicos pudieron desarrollar diseños innovadores que respondieran a sus necesidades y tomando en cuenta temas climáticos, de optimización de espacios, garantizar la seguridad estructural y la habitabilidad de la vivienda.”

Para lo relacionado con el tema cultural, intervino el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Dirección General de Sitios y Monumentos Patrimonio Cultural, a través de convenios de colaboración, argumentó Vega y mostró a los participantes en el encuentro virtual una fotografía de un antes y un después de un inmueble habitacional patrimonial donde ocho familias lograron regresar para habitar su planta baja.

En el tema de salud, reportan 175 acciones donde “muchos centros de salud permitieron reconstruir sus espacios en las comunidades para garantizan la seguridad de las familias. En resumen la reconstrucción tiene un avance de 87.6 por ciento acciones concluidas

En educación y salud se concluye este año, en cultura y vivienda en próximo año porque son sistemas más complejos que requieren de autorizaciones, vistos buenos en cultura, y en vivienda en unidades habitacionales se requirió hacer estudios para la vialidad de la ubicación o reubicación de las familias, aclaró la subsecretaria.

“Nos hacen reflexionar en qué tenemos que hacer como país para evitarlo, prevenirlo, en ese sentido se ha trabajado en varias instancias para lograr la cultura de la prevención a través de actividades y programas que se vuelven en desafíos para el país. Los retos y desafíos en la cultura de la prevención son enormes, no eran correctos el cómo se hacían estos censos, el mecanismo tiene que cambiar, para no generar una bolsa que se distribuye y no garantiza la atención a todas las familias, la evaluación en términos de reconstrucción ha sido positiva”, concluyó la funcionaria