Deben los niños volver a las aulas

Son dos años de rezago educativo: Instituto Natura

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El Instituto Natura se suma al llamado que hacen organismos internacionales como la Unicef, Mexicanos Primero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UNESCO, para que los niños y niñas del país regresen a las aulas, al considerar que la escuela no es el lugar donde los niños se contagian, por lo que es urgente frenar el deterioro escolar que se ha registrado desde el inicio de la pandemia de Covid-19.

En el marco del webinar “El impacto del cierre de las escuelas en nuestros niños y niñas”, organizado por el Instituto Natura, especialistas que participaron en el encuentro virtual, externaron no solo sus preocupaciones, sino también soluciones basadas en pruebas científicas para evitar la salida prematura de los estudiantes de centros educativos por la pandemia. De acuerdo con el Banco Mundial (BM), en lo que va de la crisis sanitaria se han acumulado dos años de rezago educativo, causando un impacto social y escolar.

Astrid Hollander, jefa de Educación en UNICEF México, dijo que el cierre de escuelas debe ser la última opción cuando no hay otras alternativas ya que se trata del lugar más seguro donde pueden estar los niños y niñas que de no acudir a las aulas, se les puede perjudicar para toda su vida.

Expuso que UNICEF México y la subsecretaría de Educación Básica, a través de un tablero han podido constatar que desde el pasado 30 de agosto que se reabrieron las escuelas, de un total de 230 mil que hay en el país, a finales de enero, solo 69% tienen actividades presenciales lo que representa una baja del 10% cuando antes de las vacaciones decembrinas eran 78% los planteles abiertos y en ellos, 25% de los alumnos no acuden.

Esto dijo, a pesar de que no hay una relación entre picos de contagios por Covid-19 en los centros educativos y el número de transmisiones que se registran a nivel nacional es un porcentaje mínimo. Lo que sí es preocupante señaló, es el destino que tuvieron 2 millones de niños y niñas que se desconoce dónde están y porque salieron de las escuelas,. En 2020, en 8% de los hogares, uno de los estudiantes no se inscribió en el actual ciclo escolar.

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“Cómo los regresamos, 50% de estos niños tienen como entre 14 a 17 años esto significa que muy probablemente nunca regresaran al sistema educativo y es urgente que tomemos medidas para identificarlos y tomar medidas para apoyarlos a ellos y a sus familias para poderlos reingresar al sistema educativo”, precisó.

La representante de la UNICEF en nuestro país, mencionó la importancia de devolver a los niños su derecho a la educación para evitar que se vean mermados a lo largo de su vida, al verse traducidos en pérdidas salariales por falta de conocimientos.

Consideró que la pandemia continuará con sus distintas variantes y los padres y madres de familia deben confiar en las escuelas y en los niños en el cumplimiento de los protocolos sanitarios porque “nuestro sistema educativo debe estar preparado y ser resiliente ante una pandemia que no va a terminar pronto. Y los niños, niñas y adolescentes en un 90%, están felices de regresar al colegio.

Durante su participación como moderadora, Silvia Ojeda, gerente de Educación Responsable del Instituto Natura México, señaló que “la situación es muy crítica y se debe entender que los contagios no se dan en las escuelas. Ya no hay el programa Aprende en Casa y el hecho de que no tengan plenamente la posibilidad de aprender, atenta profundamente a todos sus derechos”.

A su vez, David Calderón, presidente de Mexicanos Primero, coincidió en que no hay sustituto a la presencia de la escuela que es el gran invento de la humanidad para crear una base de justicia común y este cierre prolongado, nos ha dejado muy dispersos. Opinó que la escuela tiene condiciones para un desarrollo más liberado de las habilidades y las competencias.

“En comparación de al menos la mitad de los hogares en México, una escuela tiene mejor ventilación, los adultos están vacunados todos y tiene menos interacción con otros fuera del círculo, una niña está más segura en el plantel escolar que en su casa y si entendemos esto tenemos que tomar todas las precauciones y asegurarnos que el centro educativo, tenga todos los elementos como agua, funcionamiento de los sanitarios, sanitizantes de superficies y que se usen todos los espacios, incluso pasillos, para tener sana distancia”, indicó.

Añadió que es necesario que los niños estén en clases los cinco días de las semanas y no de forma escalonada, con jornadas completas de ser posible, porque el aprendizaje es una especie de metabolismo plus y si no se nutre, “nos estamos marchitando” y las niñas y niños que no aprendieron todo lo que debían aprender, están en desventaja y ese es un tema donde no se debe dar tregua para evitar la pérdida de aprendizaje y daños emocionales.

“Cada escuela debe encontrar las mejores pautas, encontrar a quienes perdimos y participar en la apertura sustentable de los planteles porque la única derrota es la resignación”, concluyó.

En su momento, Rosa Wolpert, oficial de Educación de UNESCO México, habló de la importancia de la educación como derecho humano fundamental y un bien común universal.

“Es un derecho que permite gozar de otros derechos, mientras más se avanza en el trayecto educativo, formación y desarrollo de habilidades y competencias, se tiene más acceso a otros derechos. Por ejemplo, tienes mejor preparación para encontrar trabajo productivo, bien remunerado y decente, así como una mejor manera para entender tu cuerpo, la salud, tienes las herramientas para cuidarte mejor, entre otras cosas”, dijo.

Mencionó que, si bien México fue de los últimos países en abrir las escuelas, ahora que se han abierto las puertas de varios planteles educativos, se desconoce el impacto que se registró ante el prolongado cierre y nos toca analizar qué se aprendió, que no y como vamos a recuperar eso, cuántos niños, niñas, adolescentes y adultos se vieron forzados a dejar la escuela y cuántos de ellos tienen la posibilidad de volver.

Agregó que como país, debemos asegurarnos de que nadie se quede fuera y la prioridad es regresar a la escuela , “ identificar dónde están los niños, un trabajo de diagnóstico muy serio y profesional a fin de que no se siga abriendo la brecha porque esta situación lastima más a las personas más vulnerables, a los niños y niñas en zonas indígenas, a las personas con discapacidad y a quienes viven en pobreza y extrema pobreza que es donde se deben centrar los esfuerzos para que “nadie se quede atrás”.

Para ello, sugirió el uso del currículo de emergencia, que busca orientar la labor docente hacia el desarrollo de las competencias necesarias en los estudiantes de acuerdo a su edad.